Dos tutores para las nuevas estrellas del Oviedo Kayak

El reto del FEVE Oviedo Kayak para el año que empieza es mantener el gran nivel que en 2010 le  lo colocó a la cabeza de Asturias, según la prensa especializada, como Mejor Club Deportivo del 2010.

Las claves para poder revalidar tantos logros están en la disciplina, el trabajo y la ilusión; conceptos que a diario y desde hace un año Eloy Campo y Josep Busto, los entrenadores de la sección deportiva de piragüismo del Oviedo, inculcan a cada uno de sus pupilos, los futuros campeones del club.

“Nuestro trabajo es mucho más de mentalización de lo que la gente cree”, explica Joseph sobre la labor que él (avilesino de 23 años, con más de 10 metido en la canoa como competidor y ahora como técnico) y Eloy (nativo de Langreo con una década de experiencia en este mundo) realizan con los 26 piragüistas, de las siete distintas categorías que el club tiene entre pre-benjamines y sub-23, y de los que ellos se encargan directamente.

Son 18 las horas que dedican en la semana (tres de lunes a sábado) a la formación de nuevos valores que, en sus palabras, “están motivados y se implican” gracias a la excelente gestión que la directiva, y en especial el presidente, José Rubiera, aplica a todas las gestiones que incumben al club.

“Además contamos con la inmensa ayuda de tener a nuestro lado a campeones de la talla de Jana Smidakova, Walter Bouzan, Álvaro Fernández Fiuza o Fran Llera”, resalta Eloy que, al igual que Josep, mantiene una relación de apoyo y asistencia con las estrellas del Oviedo a pesar de limitar su trabajo a las categorías más jóvenes. “Ellos siempre ayudan a los que están empezando, les preguntan por sus sensaciones, les dan ejemplo y eso impulsa a mejorar”, indica.

Al parecer de los entrenadores la clave para los éxitos conseguidos en su etapa está en el compañerismo y en la mentalización. “Cualquier técnico deportivo puede aprender los conceptos y aplicarlos. El verdadero trabajo está en conseguir que los deportistas quieran resultados”, explica Josep sobre la delicada labor de la motivación.

“Ahora empezamos un nuevo ciclo, hay muchos chavales que han crecido y lo que para ellos era un juego ahora ya es más serio”, cuenta el avilesino. Lo secunda Eloy, “este es el momento para que ellos se den cuenta de lo que han hecho bien y lo que deben cambiar para mejorar su nivel”, explica el técnico que aprendió los gajes del oficio en el Club Natación Langreo y en el Centro de Tecnificación Deportiva de Trasona.

Pero su proyecto para 2011 no se limita a pulir los diamantes en bruto de las categorías noveles, sino también en desarrollar una cantera para los futuros palistas del club, iniciativa que ya tuvo su primer encuentro con los niños del Instituto Río Trubia que recibieron una charla de Fran Llera sobre el piragüismo y participarán de un descenso guiado por el Nora en cuanto el clima lo permita. “Les vimos muy ilusionados”, comentan, seguros de que existe la cantera con los palistas del mañana que ellos buscan.